sábado, 29 de marzo de 2014

Actualización: Comentarios Viajeros.

Hoy os traigo una pequeña actualización de mi iniciativa «Comentarios viajeros». Por el momento la gente que tenía en las listas no me ha fallado y casi siempre las veo por aquí ^^ Soy consciente de que a veces abandonamos un poco el blog porque no siempre hay tiempo, pero esta iniciativa no es de comentar por obligación; sino demostrar que esto del blog es algo que va en dos sentidos, es decir, que además de escribir para que nos lean también sabemos que hay otros que también quieren ser leídos :)


Participantes en la iniciativa. 

Personas que intentan devolver comentarios. 
Raquel Campos, de http://raecj.blogspot.com.es/

Un besiño de una chica que cree en los comentarios viajeros :)

Pd: Últimamente estoy un poco apartada del blog, estoy haciéndome a la idea de algunos cambios en mi vida y a veces me entretengo con mil cosas y dejo esto un poco más de lado. Con esto quiero decir que no voy a dejar el blog ni nada por el estilo, pero igual empiezo a hacer una entrada a la semana y a comentar sólo después de publicarla. Necesito tiempo para evadirme con otras cosas, me lo pide el cuerpo, pero no me olvido de vosotros porque siempre habéis sido un gran apoyo y os tengo mucho cariño *-* Para quien quiera saber más de mí os dejo un nuevo twitter que me he hecho para empezar de cero @pequeparanoica, un twitter en el que ya aviso de antemano tuiteo muchísimo y no quiero que se me juzgue por ello, así que si vais allí ya sabéis lo que os vais a encontrar: Mi vida en tweets ^^

lunes, 24 de marzo de 2014

*

Despertar de un mal sueño, respirar y darte cuenta de que hasta tu subconsciente te dice que vas por el buen camino. La vida me está enseñando que no todo se puede arreglar y que sólo soy una ilusa que todavía cree en las reconciliaciones, pero toca ser fuerte y agarrar el toro por los cuernos. Dicen que mejor sola que mal acompañada, así que... ¡allá vamos! 

Yo puedo.

lunes, 17 de marzo de 2014

Memoria selectiva.

Otra vez me he vuelto a hacer daño, otra vez he jugado con fuego y me he vuelto a quemar. Maldigo mi memoria selectiva, esa que hace que recuerde sólo lo bueno dejando de lado todos los malos recuerdos que compartimos. Maldigo este estúpido corazón que siempre quiere intentarlo una vez más argumentando que esta vez sí que será la última. Mi cabeza dice que no, pero él la engaña haciéndole recordar sólo los buenos momentos y borrando todas las lágrimas derramadas. Una vez más me convenzo a mí misma de que esta vez va a ser diferente, de que voy a ser capaz de poner punto final a esto que tanto daño me ha hecho. Una vez más me hago la fuerte mientras recuerdo todas y cada una de las decepciones sufridas. Pero me conozco demasiado y sé que tarde o temprano volveré a caer, me volveré a olvidar de todo el dolor causado e intentaré poner todo de mi parte para que me vuelvan a partir en dos. Porque a fin de cuentas es lo que sucede una y otra vez. Mi corazón sigue recomponiéndose gracias a todos los que están ahí para abrirme los ojos cuando es necesario, pero los pedazos nunca se recomponen de la misma forma y cada vez laten más débiles para aquellos que lo dañan. Sólo espero que algún día se de cuenta de que no vale de nada albergar dentro de sí mismo a aquellos que solo saben pisotearlo y partirlo en pedazos. Sólo ese día seré capaz de seguir adelante sin que me duela. 

Buscando un remedio para el dolor de corazón.

Pd: He estado un poco desconectada últimamente, pero el sol me llama por la ventana y es un remedio perfecto para olvidarme de los quebraderos de cabeza que me asaltan últimamente. Espero que lo sepáis entender. Un besiño a todos.

jueves, 13 de marzo de 2014

Cambios.

Even if we're grown apart.
He pasado de verte en colorines a solo apreciarte en blanco y negro, es extraño la incomodidad que me rodea cuando estoy junto a ti y a veces duele sentirse así. Dicen que el «darse un tiempo» nunca sale bien y si bien lo nuestro no es un noviazgo, empiezo a entender el por qué no funcionan esas cosas: Nos estamos perdiendo cosas de la vida de la otra, cosas que no podremos recuperar y al mismo tiempo estamos creando nuevos lazos con otras personas, haciendo así que los que nos unían pierdan fuerza... No sé si esto se solucionará, aunque me gustaría que fuese así; sin embargo, algo que me dice que no será como solía ser y es una pena. 

A veces las amistades son difíciles, pero rendirse no debería ser una opción. 

viernes, 7 de marzo de 2014

...

Porque las personas que más quieres siempre son las que más te lastiman, porque cuando empiezas a confiar en alguien aceptas que corres el peligro de salir mal parado, pero lo haces porque crees que esa persona merece la pena. Es una lástima que no siempre resulte así y lo que empezó como una bonita amistad termina con un puñado de lágrimas y un montón de recuerdos que solo hacen daño. Luego, con el paso del tiempo, todo empieza a ser borroso, aparece gente nueva en quien confiar y nuevos amigos que te harán daño... porque así es la vida. Hay que caer para aprender a levantarse y tras cada caída hay una nueva lección que aprender y empiezas a desconfiar de la gente, te encierras en ti mismo y proteges tu corazón con una coraza de metal. Pero al fin y al cabo ¿de qué vale? Volverás a confiar para volver a sentirte vivo y cuando lo hagas ¡Zas, en toda la boca! Tras muchas reflexiones descubrirás que es inevitable, las personas somos así, nos guiamos por sentimientos, creamos relaciones de afecto y nos herimos mutuamente. No siempre a propósito, pero lo hacemos, en mayor o menor medida, consciente o inconscientemente..

La pregunta es... ¿hasta qué punto se ha de perdonar el daño? ¿cuál es el límite? ¿Cuántas veces lograrás sanar tus heridas? Eso es lo que me pregunto cada día... soy fuerte, pero no sé hasta que punto.

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Texto rescatado de diciembre del 2009 que me hace darme cuenta de que en cinco años mi pensamiento sigue siendo el mismo, pero todavía no he dejado de ser fuerte a pesar del tiempo que ha pasado. Sigo perdonando a quién se lo merece, confiando en gente nueva e intentando ser feliz a cada momento. 

Besiños de una pequeña paranoica.

lunes, 3 de marzo de 2014

Crónica de un sábado de Carnaval.

Superviviente de la ciclogénesis 
Todo comenzó a eso de las 5 de la tarde, tras rematar los últimos detalles de mi sencillo disfraz (porque siempre dejo todo para última hora), decidí darme una buena ducha para conseguir que mi pelo tuviese un tono más rojizo que rosado. Después de esperar una hora para conseguir el efecto deseado, creí que sería buena idea intentar rizarme el pelo y digo «intentar» porque si unimos mi característico pelo lacio a la humedad de la ciclogénesis explosiva que azotaba mi ventana nos da como resultado una misión imposible. Al final tuve que terminar de recoger mi habitación y reunir todos los bártulos que tenía que llevar a correr con la correspondiente exasperación de mi chico y mi estrés en aumento. ¡Todo por unos bucles que se deshicieron prácticamente al salir por la puerta, bien por mí! 

En el Pitillo con mi amante

Cuando dieron las 8 mi pitufo preferido me dejó en la estación en la que se hallaba el tren que me llevaría a Pontevedra City, lugar en el que me esperaba mi amante Rosalía para una noche de bailoteo y desenfreno. Después de acicalarnos como es debido en casa de Bea (entiéndase acicalarse como echarnos purpurina por todas partes y pintarnos de los colores más estridentes posibles a juego con nuestros tutús), esta nos llevó a cenar al concurrido «Pitillo» dónde saboreamos las más deliciosas viandas y nos empachamos a gusto. 
Cocteleando en el Livingstone


Eran las 12 de la noche cuando comenzó nuestra ruta por el «Livingstone», un lugar en el que pudimos coctelear al son de grandes temazos como «Hay que venir al sur», «Mamma Mia» o «La vida es un carnaval», que personalmente a mí y a Rosalía nos encantan. Mientras estaba degustando mi sabroso Mojito, llegaron Oscar y Javi para acompañarnos en una noche que prometía ser inolvidable. 
Minibeers

A la 1 de la mañana nos entró el gusanillo del baile y partimos hacia el «Dublín», un local en el que nos invitaron a un chupito de Licor 43 con nata que parecía una minicerveza y en el que bailamos mucho y más. Pero mientras danzábamos alegres nos llegó una invitación a una fiesta privada, así que nos escapamos a un pequeño estudio en el que nos sirvieron chupitos de crema de chocolate deliciosa y nos engatusaron con caramelos que nos dejaron con la lengua azul y una alegría tonta que fue nos hizo disfrutar más aún de los bailes de vuelta al «Dublín». 

Bailoteando en el Dublín
Poco después recibí una llamada para ver a unas rockeras punk que nos esperaban cerca del «Fetiche» y con las que compartimos diversos bailes antes de dirigirnos al «Real 10» para ver a una ovejita y bailar al ritmo de música ochentera. Estaba sonando «All you need is love» cuando decidimos poner rumbo a «Carabás», una discoteca dónde movimos el esqueleto lo que nos quedaba de noche. Y tras muchas canciones latinas con las que saltamos, reímos e incluso recibimos algún que otro pisotón, se acabó nuestra noche de carnaval mientras otro nuevo día daba comienzo.

Mi disfraz: Ninfa del bosque.



Otras fotos que me gustan :) 
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PD: Espero que os haya gustado mi crónica carnavalera y espero que no os importe hacerme un pequeño favorcito. En el último local al que fuimos sortean 100 euros para la persona que más me gusta tenga en una foto, así que si pincháis en estas dos últimas fotos y les dais a me gusta os estaría agradecida de por vida. Ya sabéis que siempre que necesitéis algo yo estoy aquí para ayudar ^^ El plazo es hasta mañana solo, así que si además os apetece compartir el link para que me ayude más gente ya os amaré hasta los restos :P Creo que es algo difícil porque hay gente con mucho poder en las redes sociales que ya lleva 36 votos, pero hay que intentarlo ¿no? Un besiño muy grande :*